Ayer, mientras almorzaba, escuché como alguien tiraba dinero a solo un par de metros de distancia.
Con lo que cuesta conseguir un cliente y esa «emprendedora» dejó escapar uno que estaba listo para pagar.
El diálogo fue como algo así:
Cliente: «Que linda esta chaqueta, ¿Cuánto cuesta?»
Vendedora: «Oh, la verdad no sé cuanto cuesta, lo acabo de sacar de la caja y lo colgué ahí»
Silencio incómodo de 45 segundos… cliente se va
No se esforzó por fijar un precio, averiguar la respuesta, ofrecer una alternativa, pedir un teléfono, apenas lo confirmara, ¡nada!
Para empeorar todo, luego supe que la vendedora no era la dueña de la tienda.
Es decir, alguien le está pagando por estar ahí y ni se entera como se pierden las ventas.
No puedes dejar que esto te pase menos en el mundo online.
En tu web, en tu anuncio, en tu carta de ventas, en la parte que sea que estés del proceso, deben estar todas las respuestas que el cliente necesita.
Y si no es posible entregarlas todas debes dejar una puerta simple para que se contacten contigo.
Un botón a WhatsApp, mensajería, un teléfono o lo que haga falta.
Es normal tener estos fallos cuando se empieza, pero ahora ya no tienes excusa porque leíste esto.
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